Con la llegada de septiembre son muchas las organizaciones que, tras una breve pausa veraniega, vuelven a poner hilo a la aguja e inician el “nuevo curso”. A dicha situación debemos sumarle este año el resultado de las elecciones municipales, las cuales han dado lugar a lo largo de estos últimos meses a la formación de nuevos equipos de gobierno con muchas ganas de impulsar proyectos novedosos, así como la reválida de otros gobiernos con la vista puesta en continuar desarrollando acciones ya iniciadas.
En este sentido, debemos tener en cuenta que el éxito en el desarrollo de dichas actuaciones se encuentra estrechamente relacionado con el nivel de excelencia en la gestión organizativa de nuestra institución.
Uno de los pilares fundamentales de la gestión es la planificación por ello, desde CGP, consideramos esencial elaborar y desarrollar un Plan de Mandato en el cual se recojan todas aquellas actuaciones en materia organizativa y de Recursos Humanos que se quieran llevar a cabo. Así pues, nos gustaría recoger en este artículo una serie de consejos operativos a tener en cuenta a la hora de ponernos manos a la obra con la elaboración del Plan de Mandato:
- Conocernos a nosotros mismos. Resulta esencial conocer lo que somos, nuestra historia, realidad y contexto con el objetivo de ser capaces de hacer frente a nuestras debilidades y potenciar las fortalezas. Toda organización se compone de una serie de valores, formas de funcionar y personas que desarrollan un rol en ella. Estos son, sin duda, elementos debemos tener en cuenta a la hora de llevar a cabo un análisis de nuestra institución.
- Analizar el entorno. Saber que está pasando a nuestro alrededor, aprovechar sinergias, obtener recursos e impulsarnos a través de las acciones de otros nos puede ayudar a alcanzar nuestras metas. Por otra parte, también debemos ser capaces de detectar amenazas, potenciales problemas u otros aspectos relevantes e intentar anticiparnos a ellos.
- Definir los objetivos a alcanzar. Antes de orientarnos en cualquier dirección debemos tener claro hacia donde vamos, cuál es el objetivo último que pretendemos alcanzar. En este sentido, es necesario llevar a cabo una reflexión profunda y estratégica que nos permita visualizar cuál es la meta final.
- Operacionalizar nuestros objetivos en proyectos concretos. Una vez tengamos claros nuestros objetivos tendremos que ser capaces de convertirlos en proyectos concretos que nos sirvan como medio para dar respuesta a una necesidad concreta y nos acerquen a nuestro objetivo final.
- Priorizar proyectos. Posiblemente, no podamos llevar a cabo todos los proyectos de forma simultánea y tengamos que establecer prioridades. Tal vez se prefiera empezar por los proyectos que suponen una inversión en tiempo mayor o puede que por aquellos de más fácil implementación o por los que tienen un carácter estratégico y su puesta en marcha impulsa el desarrollo de otros. En cualquier caso, debemos tener clara nuestra estrategia.
- Ajustarse a un plan de seguimiento. Resulta esencial también diseñar un plan de seguimiento y evaluación continuada que nos permita saber dónde estamos en cada momento y reajustar aquellos elementos que resulten necesarios.
- Evaluar. Una vez finalizados los proyectos debemos realizar un análisis de los resultados, detectando el nivel de cumplimiento de los objetivos así como las dificultades a las que nos hemos enfrentado y la forma de superarlas.
Y, por si con estos breves consejos no fuera suficiente, el próximo 03 de octubre de 2023 tendrá lugar una jornada formativa sobre la Elaboración del Plan de Actuación del Mandato en materia de organización y recursos humanos presentada por Miguel García Rescalvo (socio y fundador de CGP) y Rosa Pérez López (consultora y socia de CGP) en la cual nuestros compañeros desgranaran los elementos esenciales de un buen Plan de Mandato. ¡Te esperamos!