El organigrama es el esqueleto de la organización, dónde se despliegan los principios de jerarquía y especialización que han de orientar el funcionamiento de la misma.
Los trabajos realizados se han centrado no tan sólo en la mejora de la eficacia y eficiencia de su personal, sino también en la búsqueda de la excelencia en la gestión y en la mejora de los servicios que se prestan a la ciudadanía.